El uso de bastones en el alpinismo

Bastones, nuestro gran aliado en la montaña

El uso de los bastones es ya incuestionable, debido a sus ventajas. ¿Qué nos aportan los bastones?

 

Reducción de la carga de trabajo

Diversos estudios prueban que la reducción de la carga sobre las piernas durante las subidas está en torno al 14%, mientras que en descenso la misma se sitúa entre el 20%. Por ello, el uso de bastones nos permite prevenir lesiones musculares, daños en las articulaciones (rodillas y tobillos) y sobre todo, accidentes debidos al cansancio.

Equilibrio

Nuestro equilibrio mejora, pues contamos con cuatro puntos de apoyo. La probabilidad de caernos disminuye, sobre todo en las bajadas, y aumenta por tanto nuestra seguridad.

 

Desempeño

Todo ello se traduce en un mayor desempeño: ahorramos fuerzas que nos permitirán completar nuestros ascensos o expediciones.

 

Tren superior

Naturalmente, el empleo de bastones supone un leve incremento del esfuerzo en el tren superior, si se utiliza una buena técnica de “bastoneo”. Los bastones no están pensados para apoyarnos en ellos con todo nuestro peso. Excepto cuando puntualmente nos ayudan a no perder el equilibrio, debe cumplirse una regla: si nos desapareciera el bastón, nosotros deberíamos seguir en equilibrio. Es un apoyo sutil.

Técnica

Si observamos a escaladores experimentados, veremos como el bastón “acompaña” su movimiento, resultando en un armónico paso, en el que los bastones son una prolongación de sus brazos.

Conclusión
Un alpinista que use bastones regularmente, estará al final de su carrera en mucho mejores condiciones que uno que no los haya empleado.