Aconcagua

¿Sabías que la Ciudad de México tiene una montaña de 3,930 metros? El Ajusco es el punto más alto de la capital, y es una excelente manera de iniciarse en la montaña o de aclimatarse para picos más elevados.   El ascenso toma entre dos horas y media y tres horas, con un desnivel de 800 metros. Esta actividad es asequible para toda persona que tenga una condición física normal, y que realice un promedio de dos horas de ejercicio a la semana. Es una montaña técnicamente muy sencilla.  

Este pico de 6,962 metros es la cumbre más elevada de toda América. Se realiza en el mismo estilo que una expedición en el Himalaya, y te permitirá experimentar cómo es una aventura de varias semanas en altura.   Tendrás la ocasión de conocer ambos lados de la montaña, y así familiarizarte con las dos rutas más comunes del Aconcagua, o “Centinela de Piedra” en quéchua.   Para participar en esta expedición, necesitas tener experiencia en montañas de cinco mil metros. También debes estar en óptima condición física, sobre todo en el aspecto aeróbico.

Ausbildung für internationales Trekking   Die Wege der Welt   Nos hemos especializado en entrenar a individuos, parejas o familias enteras para la realización de un demandante trek internacional, como el Camino del Inca o Huayhuash en Perú, el Camino de Santiago en España, o el Kumano Kodo en Japón.   Aunque una persona esté en buena forma física, hay varios factores que permiten convertir el viaje en una experiencia memorable, y evitar algunos de los más comunes errores en las largas caminatas.   Una vez establecida la fecha de partida para el trek internacional, diseñamos un calendario de salidas de entrenamiento, durante las cuales trabajamos los siguientes puntos:

En Octubre de 1972 un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en medio de una tormenta en un lugar recóndito de la Cordillera de los Andes. Quince de los cuarenta y cinco ocupantes murieron en el accidente. Así dio comienzo la mayor historia de supervivencia del siglo XX, conocida popularmente como “Viven”. A lo largo de setenta y dos días, los supervivientes, integrantes en su mayoría de un equipo de rugby amador, lucharon por mantenerse con vida. A falta de otro alimento, tuvieron que recurrir a la carne de sus compañeros muertos...